20 de septiembre de 2023
El futuro de la recarga subterránea
La seguridad es la prioridad número uno cuando se trabaja bajo tierra. En las operaciones de carga con explosivos no hay margen para el error, por lo que Normet desarrolla constantemente su oferta", explica Anssi Mykkänen, Director de la Línea de Productos de Carga.
Seguridad y productividad gracias a la mecanización y la automatización.
Las minas son cada vez más profundas: en Finlandia tenemos la más profunda de Europa, con 1,5 kilómetros, pero hoy en día las minas de todo el mundo se adentran hasta tres o cuatro kilómetros bajo tierra. A tales profundidades, es fundamental centrarse en mejorar la seguridad de los operarios y el entorno de producción subterráneo. En ese entorno sigue siendo necesaria la presencia de un operario, pero estamos avanzando hacia la automatización total.
Si pensamos en el proceso de carga, es bastante complicado y tradicionalmente requiere varios operarios para llevarlo a cabo correctamente. Se necesitan elevadores de personas para trasladar al operario al lugar correcto donde pueda insertar manualmente el detonador y la unidad de cebado.
Mediante la mecanización y, en última instancia, la automatización, podemos mejorar estos procesos. Podemos medir el consumo de explosivo, la presión, la sensibilización, las proporciones de mezcla y otra información clave. Todo ello para mejorar la seguridad y la eficacia.
Tecnologías cambiantes y problemas regionales
Naturalmente, nuestra oferta de productos apoya estos principios. Aunque la carga ANFO fue la norma del sector durante décadas, la última tecnología de carga por emulsión de Normet ofrece muchas ventajas, en parte gracias a la mecanización. Con la carga por emulsión, nuestros clientes pueden ahorrar hasta un 25% del coste total de la carga frontal, en parte gracias a una reducción del consumo de energía de hasta un 200%.
Además, la carga por emulsión es ergonómicamente superior. Hay menos calor, menos exposición al ruido y un aire más limpio para los operarios. El transporte y almacenamiento de materia prima no explosiva es más fácil y seguro. Como se utilizan los mismos explosivos en todas las perforaciones, la logística es más sencilla. Y el proceso global es más respetuoso con el medio ambiente, con menos emisiones de nitratos, y puede ser realizado por uno o dos operarios en lugar de muchos. La carga por emulsión también facilita el seguimiento de los procedimientos gracias a un mejor control de las voladuras, la fragmentación de la roca, unos humos de detonación más limpios y una reducción de los residuos de explosivo. Una vez más, la seguridad y la eficacia son cruciales.
Otro aspecto interesante de estos equipos que debemos tener en cuenta son las diferencias regionales. Por ejemplo, el cargador de explosivos Charmec MC 605 de Normet se adapta a los distintos países en función de la normativa local. La unidad base es la misma, pero se añaden funciones de seguridad de elevación de personas, protección contra sobrecargas, sistemas de detección y prevención, etc. En la India, por ejemplo, la normativa exige un interruptor de presencia del operario que éste debe mantener pulsado para impedir que la máquina se apague. Australia, Europa y otros territorios tienen otras normas.
Afrontar los retos y aportar valor
En última instancia, el objetivo final son máquinas totalmente automatizadas para la carga de explosivos, la proyección de hormigón o cualquier otro proceso subterráneo, en las que el operario conduce y controla la máquina lejos de la superficie de trabajo, quizá desde fuera de la mina subterránea. Los procesos en sí ya son muy eficaces. Por supuesto, pueden mejorarse en el futuro, pero si podemos mantener la eficiencia con el funcionamiento a distancia, sería un gran paso adelante. Y la maquinaria robótica en solitario se enfrentará a un gran reto para durar mucho tiempo en un entorno subterráneo debido al alto contenido de humedad y sal, los productos químicos, los explosivos, los estallidos de rocas, etc.
Es todo un reto, sobre todo en relación con la carga y la voladura. En comparación con otros procesos, la carga requiere un alto grado de precisión. La máquina tiene que, en una pared de roca desnuda, identificar las ubicaciones correctas para las cargas, perforar agujeros de un tamaño adecuado e insertar las cargas. Debe ser lo bastante precisa como para localizar perforaciones de 50 mm en un frente de seis por seis metros. Es todo un reto y explica por qué la mecanización y automatización totales son tan exigentes.
Al final, los negocios son entre personas, y nuestro objetivo es servir a nuestros clientes. Ofrecemos ventajas en cuanto a costes y eficacia en todos nuestros procesos, y la carga y voladura no son una excepción. Trabajamos con nuestros clientes durante décadas para mejorar todas las áreas de nuestro negocio. Para los operarios hay beneficios prácticos, como menos calor y contaminación mientras trabajan. A escala de proyecto, para los propietarios, podemos ayudar a reducir considerablemente los costes, por ejemplo, de ventilación, gracias a los vehículos eléctricos de batería, que, por cierto, hoy en día pueden ofrecer un mejor rendimiento bajo tierra que los vehículos diésel. Esto demuestra una vez más nuestro conocimiento y filosofía de todo el proceso.
Mientras seguimos mejorando los procesos de carga subterránea mediante la automatización, la formación y el desarrollo de productos, siempre nos comprometemos con nuestros clientes para encontrar las mejores soluciones a sus necesidades, en todos los procesos de Normet.